Creo que ya he dicho más veces eso de que "El aburrimiento desarrolla la imaginación". Al final será la frasecita por la que me recuerden mis hijos porque creo que es una de las que más repito. Pero es que tengo la "suerte" de que se va demostrando ;)
Hace un tiempo mi hijo mayor tuvo que llevar su guitarra para arreglarle no sé qué, así que estuvo unos días sin ella, un auténtico suplicio para él como podréis imaginar, aunque estaba contento porque la quiso llevar él para que sonase mejor. Total, que no sabiendo que hacer sin "su apéndice" (quiero decir su guitarra) y a pesar de poder tocar la española mía de vez en cuando, una de las tardes que se quedó solo en casa, supongo que yo habría llevado al peque a alguna extraescolar (ya os digo que fue hace un tiempo y no lo recuerdo exactamente), al regresar nos encontramos con esto:
¿Desarrolla o no desarrolla el aburrimiento la imaginación? jejejejeje....
Pues sí, se había construido su propia batería y la estaba tocando con las baquetas de su hermano. No veáis lo orgulloso que estaba de su obra y cada detalle. Lo de que casi terminase la cinta aislante de casa, que cogiera uno de los timbres de una bici y lo pegara con pegamento en una astilla, que se cargase la pandereta para intentar engancharla y que reciclase los botes de pringles y queso, además de un bol de esos de plástico, amén de la caja negra de plástico era lo de menos, lo importante fue que usó su imaginación y se entretuvo un buen rato haciendo algo diferente que además ¡se podía tocar!!! Oye, que se pusieron los dos y sacaban música...Pensaréis ¡qué tonterías pone esta!! Pero la idea es el "inventar" cosas diferentes aprovechando cualquier cosa, y el que se ponen a hacerlas solamente cuando se aburren y no tienen la opción de hacer lo que tanto les gusta.
Además de esto, la entrada se titula "los días de mal tiempo", y es que sí, también han sido buenos.
La semana pasada fue semana de tormentas y, aunque no siempre lo hago, esta vez eran demasiados los rayos así que prohibí encender televisor, ordenador y router, con lo que las opciones de entretenimiento se redujeron a las posibles de los años ¿70????
Para mí fue un descanso no escuchar el soniquete de los whatsapp (sólo tengo internet en el móvil con la wifi) ni en mi teléfono ni en el de mi hijo que está toooooooodo el día pitando. Además me libré de escuchar algún capítulo repe de cualquier serie vista mil veces y tocó pensar....
Primero unas partiditas de ajedrez. Al peque le gusta pero no solemos apuntarnos mucho a ello la verdad, así que ese día no hubo excusa y además pasamos un rato divertido. Y como se hacía de noche y aquello no parecía tener fin nos fuimos a dormir y no sé hasta qué horas estuvieron jugando a las palabras encadenadas y sin repetir ni terminar...
Conclusión una vez más, se vuelve a demostrar que a veces el aburrimiento es bueno, hay que dejar a la mente y el cuerpo desconectar un poco de todo para volver a disfrutar de lo sencillo. Y a veces las tormentas también tiene su lado bueno.
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