"Tal vez tengamos que esperar a que las mentalidades evolucionen, a que la neurociencia avance aún más en sus prodigiosos conocimientos para que, por fin, los superdotados reciban la comprensión y ayuda que requieren a causa de su fragilidad específica."
(Jeanne Siaud-Facchin, ¿Demasiado inteligente para ser feliz?)
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