lunes, 25 de enero de 2016

El libro de César Bona

En realidad supongo que este libro no necesita presentación y apostaría a que sois muchos los que ya lo habréis leído, pero no podía dejar de recomendarlo aquí.

Habla de la importancia de las emociones, cuya gestión debería incluirse como asignatura en la carrera de magisterio para poder ayudar después a los alumnos a gestionar las suyas.
Habla de que los niños dejarán de ser niños por lo que es importante enseñarles a participar en la sociedad y ser respetuosos.
Habla del tiempo que quitan los deberes a los niños: "Nos hemos metido en una inercia por la que queremos muchos Einstein a los doce años", de la importancia de "dejar hablar a los adolescentes" porque saldremos ganando escuchándolos.

Al igual que yo, cree que hay que revisar la famosa frasecita: 
"En casa se educa y en la escuela se enseña", en realidad leerlo ha sido como releer mis pensamientos en cuanto a educación, ha sido recordar por qué quería ser maestra.

Habla también de estimular a los niños a leer, no obligarlos: "no podemos convertir un placer en obligación", para ello también habla de la importancia de los espacios, el "poder tumbarse a leer y perderse en las historias de los libros"

Cuenta como en una ocasión en la que hizo dar clase de mates a los alumnos mientras él jugaba a la peonza y al fútbol con otra profe, una niña les dice: "¡Nos estáis quitando la infancia!"

Parte de cero para no etiquetar a los niños desde el primer día, por eso no lee los informes, prefiere conocerlos primero, saber qué les emociona, qué les preocupa...para, a partir de ahí, ver qué y cómo aprenderán. Para esto pone el ejemplo de cuando llegó a la escuela de Muel y le "advirtieron" de que su clase de 4º de Primaria eran niños "muy tranquilos". Al terminar el curso su reflexión fue:

"Éstas son historias de niños que no dan problemas y que, por lo general, pasan de largo, pero que quizá requieran de una atención que nos están pidiendo de una manera u otra y tenemos que dársela". 

Quizá un grupo de niños olvidado por el sistema educativo porque "se saben la lección" pero no les ayudamos a descubrir que son mucho más, que son personas que también pueden cambiar el mundo, y así se lo demostró César ayudándoles en la creación de una protectora de animales virtual dirigida por ellos mismos que podéis seguir aquí: El cuarto hocico

Habla también de crear una escuela "donde a los niños les apetezca ir" y de no educar para la competitividad, sino para "ser mejor de lo que eran antes".

Me recordó también el consejo que me dio mi madrina cuando decidí estudiar magisterio, ella era profesora de secundaria, y después de preguntarme si estaba segura de que era eso lo que quería me dijo: "Entonces piensa que siempre vas a tener que seguir aprendiendo", César dice lo mismo en su libro con otras palabras: "Para enseñar, quienes primero tienen que estar aprendiendo constantemente son los maestros"

Cuando cogí el libro prestado de la biblioteca pensé que sería leer de nuevo la historia del vídeo de su presentación para los Global Teacher Prize y que ya había compartido aquí:


Pero encontré mucho más, ya que en el libro es su propia visión de la historia y no todo lo que cuentan los demás, así que sí, aunque no tenga que ver con superdotados ni altas capacidades, tiene que ver con educación, con una educación que nos gustaría a muchos y que ayudaría a todo tipo de alumnos con lo que, quizá, fuesen menos necesarias las "etiquetas" en el sentido que usan muchos para no querer conocer a sus alumnos, ya que aquí se trataría de CONOCERLOS de verdad, con lo que todo estaría implícito.

Y para terminar, me quedo con esta otra frase que también he dicho en varias ocasiones pero que, espero que al ser pronunciada por personas como él se tenga más en cuenta:

"La educación debe estar por encima de cualquier gobierno"




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