martes, 29 de diciembre de 2015

Mi regalo para el 2016



Como al final no celebramos de ninguna manera las 200.000 visitas y como algunas personas me habéis dicho que habéis impreso la imagen que suelo tener en el perfil de facebook he preparado un pequeño detalle para los que os apetezca y así poder agradeceros tanto tiempo a mi lado. Así que para el nuevo año 2016 os he hecho este calendario que podéis imprimir como más os apetezca. De esta manera da lo mismo desde qué punto del planeta me leéis, todos los que lo queráis podéis descargarlo en este enlace sin ningún problema, ni coste ni nada. Con él van mis mejores deseos para el Año Nuevo que empieza y que, además viene con un día más, una oportunidad más ;)

Espero que os guste aunque no sea yo demasiado original :P
FELIZ 2016


Calendario 2016 en pdf para descargar


domingo, 27 de diciembre de 2015

Los Reyes Magos son verdad

Hoy quiero compartir con vosotros una carta que me regalaron una vez para contar a los más pequeños la "verdad" sobre los Reyes Magos pero sin que pierdan por ello la ilusión. En realidad creo que tiene algo de cierto porque, una vez somos adultos, queremos que nuestros pequeños sueñen con ese momento por lo que, realmente somos un poco esos....bueno, mejor os dejo la historia pero antes deciros que, si la contáis, podéis cambiar el nombre de la protagonista por el de vuestro niño o niña para que así la sienta más cercana ;)


Los Reyes Magos son verdad

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escuchar como
todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio,
cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:

- ¿Papá?

- Sí, hija, cuéntame.

- Oye, quiero... que me digas la verdad.

- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido.

- Es que... -titubeó Lucía

- Dime, hija, dime.

- Papá, ¿existen los Reyes Magos?

El padre de Lucía se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el
origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como
el suyo que le miraba igualmente.

- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?

La nueva pregunta de Lucía le obligó a volver la mirada hacia la niña y
tragando saliva le dijo:

- ¿Y tú qué crees, hija?

- Yo no sé papá, que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen
porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.

- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...

- ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis
engañado!

- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen
-respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Lucía

- Entonces no lo entiendo papá.

- Siéntate, hijita, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya
ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras
señalaba con la mano el asiento a su lado.

Lucía se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le
sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser
la verdadera historia de los Reyes Magos:

"Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una
gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en
prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz
que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos
los niños del mundo y ver lo felices que serían.

- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer.
No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay
en el mundo.

Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros
con cara de alegría, comentó:

- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos
magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo
entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su
deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy
atento, sonrió y su voz se escuchó en el Portal:

- Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy
a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para
poder llevar regalos a todos los niños?

- ¡Oh! necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño,
que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no
podemos tener tantos pajes. No existen tantos.

- No os preocupéis por eso -dijo el Niño-. Yo os voy a dar, no uno sino dos
pajes para cada niño que hay en el mundo.

- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes
Magos con cara de sorpresa y admiración.

- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer
mucho a los niños?.

- Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.

- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?

- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más
entusiasmados los tres.

- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los
conozca mejor que sus propios padres?


Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que el Niño
Jesús estaba planeando, cuando su voz de nuevo se volvió a oír:

- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes
Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno
que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en
vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte, regalen a sus
hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean
pequeños la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes
Magos, pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto
los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las
Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y
recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices."


Cuando el padre de Lucía hubo terminado de contar esta historia, la niña se
levantó y dando un beso a sus padres dijo:

- Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contenta de saber que me
queréis y que no me habéis engañado.

Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano
mientras decía:

- No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que
viene ya guardaré más dinero.

Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos
contemplaban la escena tremendamente satisfechos.




viernes, 25 de diciembre de 2015

Felices Fiestas


Para estas fechas los momentos más tiernos y alegres con vuestros seres queridos y, para el Año Nuevo, lo mejor de lo mejor de lo mejor. ¡FELICES FIESTAS! 

Emoticono kiki

lunes, 21 de diciembre de 2015

Elsa Punset y los #GrandesProfes

La Fundación ATRESMEDIA vuelve a organizar el evento "#GrandesPofes" el próximo 16 de enero en Madrid y convoca en su web los premios Grandes Profes, Grandes Iniciativas"dirigidos a impulsar la calidad educativa mediante la difusión y el reconocimiento de iniciativas inspiradoras, innovadoras y de gran impacto, llevadas a cabo por profesores o centros educativos y que tengan como objetivo la mejora de los procesos escolares y los resultados educativos de los alumnos."
Al encontrarme la información tuve la oportunidad de escuchar a Elsa Punset, en su charla del encuentro de principios de este año y creo que os resultará muy interesante.
En ella habla del poder de influencia de los profes en los niños, habla de como las expectativas que los maestros tienen sobre el niño, como él siente que le valoran, va a potenciar o debilitar su capacidad de autoestima y de motivación. 
Pone el ejemplo de Benjamin Zander:
"Te pongo un sobresaliente a principio de curso. Y ahora escribe una carta donde expliques qué vas a hacer para ser esa versión sobresaliente de ti mismo. ¡Y enamórate de esa persona!"

Dice que el afecto de los demás dispara nuestra capacidad de superar obstáculos, "los demás nos dan alas".
También habla de que tenemos que enseñar a nuestros niños a poner nombre a sus emociones porque "no podemos transformar nada que no podamos comprender primero" (esta frase es para anotarla, la pregunta es ¿cómo conseguir que entiendan las altas capacidades de una vez?)
Además de todo esto, durante su charla explica con ejemplos muy visuales, cómo son los niños de hoy en día:

                                                                1. Niños digitales
                                                                2. Niños emocionales
                                                                3. Niños entrenables

Entrenemos a los niños en todas las facetas de su inteligencia para que ellos, a su vez, puedan poner un poco más de cordura y ternura en este mundo. 
No os la perdáis y para los posibles interesados entrad en la web de atresmedia para más información sobre el evento del 2016.



domingo, 20 de diciembre de 2015

Os deseo muchos sobresalientes


Esta semana llegará la Navidad y con ella las notas del primer trimestre así que mi deseo para "algunos" papás y mamás, y sobre todo para sus hijos son unas del estilo a las de la imagen.

No lo digo de broma, quizá tampoco me importase que los míos las trajeran así pero sé que sólo se parecerán un poco y total, como he dicho muchas veces, no es ese mi gran sueño.

¿A qué viene esto? Pues os cuento algo que os prometí hace un tiempo pero no había hecho pensando que quizá eran cosas mías.

Resulta que mi hijo mayor este trimestre y en 4º de la ESO nos sorprendió a todos con un 10 (voy a remarcarlo un poco que me hace ilusión, jajajaja) en un examen de matemáticas. Por supuesto vino todo ilusionado a contárnoslo porque no sacaba uno desde primaria y tampoco se lo esperaba porque sacar una nota de estas en secundaria tiene que ver con otras cosas de las que hoy no voy a hablar. El caso es que le dimos la enhorabuena y le repetí mi famosa frasecita:


 "¿Ves como no pasa nada? Muy bien, me alegro un montón"

Pero resulta que sorprendentemente sí pasó algo. Me pasó a mi para más datos. Teníamos la primera reunión de padres con el tutor y al terminar, uno de los papás, uno que conocía porque su hijo había sido compañero del mío durante todo Infantil y toda Primaria, y además sacaba muy buenas notas, uno que sabía la "historia" de mi hijo por haber sido compañeros y porque asistió incluso a alguna de las charlas de la asociación, se acercó a mi para preguntarme:

-"Tu hijo iba a alguna extraescolar de matemáticas o algo ¿verdad?"
-" Noo...¿qué lo dices por el 10 del examen? (había sido esos días y las notas las dicen en clase) Coincidió y estamos muy contentos pero ¿sabes qué le dice su hermano? Ahora ya sólo puedes sacar peor nota así que..."

O sea, que en principio no me lo tomé mal, fue después al pensarlo. 
Al llegar a casa le pregunté a mi hijo si su compañero le había dicho algo porque me había sorprendido el comentario de su padre y me dijo que no, que no había problema entre ellos, que su compañero había sacado menos pero no pasaba nada, así que ahí quedó la cosa.

Han hecho más exámenes después y empezó la..."¿competitividad?"...seguramente esa es la palabra. Al mío no se le ocurrió otra cosa que empezar a estudiar algo este curso (esperemos que siga así claro) y sacó alguna vez más, notas más altas que el compañero en cuestión en algún examen y ahí el otro chico ya empezó a "mosquearse". El mío llegó a casa diciéndome que, al parecer sí que se enfadaba cuando sacaba más y se alegraba cuando el mío sacaba menos. ¡Alucinante a estas alturas!

Creo que puedo decir que "afortunadamente" he intentado enseñar a mis hijos lo que yo considero importante, que por supuesto no tiene por qué ser lo correcto. Entiendo que esos padres quieran lo mejor para su hijo como yo lo quiero para el mío, sólo que lo hacemos de manera diferente. En mi opinión personal (repito: opinión personal) creo que ese niño nunca podrá sentirse realmente satisfecho consigo mismo porque, como tantas veces he dicho a los míos, siempre habrá alguien, en algún momento, en algún lugar, que sea mejor que tú en alguna cosa...siempre hay algo que aprender... Intento que, aunque a veces pienso incluso que puedo equivocarme por como está el mundo, que mis hijos sean críticos, que formen su propia opinión y que entiendan que para conseguir unas cosas son necesarias otras, determinados pasos...en esto quizá esos padres y yo somos iguales pero ellos exigen más. Si quieres estudiar una determinada carrera necesitarás una determinada nota para poder acceder, con lo cual, tendrás que estudiar e intentar sacar las mejores calificaciones, hay que esforzarse e intentar dar lo mejor de uno mismo...no ser mejor o peor que otros. ¡Cuántas veces he tenido que convencerlos de que no tienen que ser peor que los demás para que ahora me vengan con estas!! 
Por eso, por esta razón, es por lo que os deseo a todos los papás que insistís en que vuestros hijos sean los "más mejores del mundo mundial" que os traigan esas notas esta semana. Pero sobre todo se lo deseo a vuestros hijos por la presión que tienen que soportar. He visto llorar desconsolados a niños y jóvenes por sacar un 9 o un 8 y medio por la presión de padres así. Lo siento, yo no quiero eso para mis hijos aunque tampoco quiero decirles que saquen menos y si esta vez vienen dieces, o sobresalientes, se llevarán su enhorabuena y les pediré que intenten mejorar todos los bienes, notables o incluso suficientes que puedan traer...y cruzo los dedos porque de momento al menos parece que no entramos en las estadísticas de fracaso escolar aunque sí algo en las de bajo rendimiento.


viernes, 4 de diciembre de 2015

El lado bueno de las ETIQUETAS


Esta vez voy a escribir por tantas personas que han escuchado una frase muuuuy famosa, quizá demasiado: "¡No lo etiquetes!"

Probablemente existirán mamás que querrán el "título" de Alta Capacidad para sus hijos, no voy a decir que no porque no vamos a generalizar, pero vamos a ponernos en un caso de esos que tanto gustan y que llamaremos "NORMAL", de una mamá que lo único que quiere es saber qué pasa con su hijo para poder ayudarle, entenderle y estar atenta a los problemas que puedan venir si es que no han llegado ya, cosa más habitual todavía en ese "caso normal" (que de hipotético tiene poco)

En más de una ocasión he dicho que es muy difícil para una madre decirle al maestro o maestra de su peque que el niño se aburre en clase, y cuando llega ese caso, lo "normal" también puede ser que haya habido auténticas luchas en casa para llevar a ese niño al cole, y cuando digo auténticas luchas hablo de verdad, de hecho, a mi hijo lo he sacado en calzoncillos de casa cuando iba a infantil para llevarlo al cole (no a la calle pero sí al coche que estaba en la cochera y ahí se ha vestido cuando ha visto que arrancaba y salíamos). En mi caso, aun con todo eso, la maestra no llegó a saber de esas batallitas, es más, en aquel momento ya quería el orientador hacerle las pruebas porque su hermano había sido identificado y era yo la que le pedía que esperase. ¿Quién le puso la etiqueta??? Responderé más tarde porque primero quiero poner otro ejemplo.

Hace unos años mucho de los niños y niñas que usaban gafas eran llamados "gafotas" o "cuatro ojos" ¿no es cierto? ¿Y....?? ¿Algún padre recibió como respuesta ante los "posibles" poblemas de visión de su hijo algo así como:

- Es pronto aún, yo te aconsejaría esperar por si se le pasa. Además luego vienen los problemas porque le etiquetan y en lugar de solucionarlo será peor


Sorprende la respuesta y nadie la esperaría ¿verdad? Vamos, a nadie se le ocurriría decirle eso a otra persona. A la menor duda iríamos o nos enviarían al especialista para salir de dudas y, una vez allí, identificarían si hay o no problema de visión y, en caso de que lo hubiera, se vería qué tipo de problema es (miopía, astigmatismo, etc...) para darle la solución más adecuada. Es decir, no a todos los niños que necesitan gafas les sirven las mismas.
Pongámonos en una situación más grave y adulta y conste que sé de lo que hablo porque he visto muy de cerca casos así. Imagina que empiezas a sentirte mal, decaído, cansado, deprimido y vas al médico, aquí tienes un poco de suerte porque vas tú solito. TE ESCUCHAN (lo pongo en mayúsculas porque aunque son pocos los casos alguno se da en que ni siquiera le escuchan con lo que luego se preguntan por qué esos padres no confían en el maestro/a) y, en principio te diagnostican depresión. Pasa un tiempo y, aunque te han puesto un tratamiento, tú sigues encontrándote mal pero, como las depresiones no se pasan de un día para otro ESPERAS un poco más...pero aquello no se soluciona y un día, quizá por urgencia, descubres que en realidad lo que tenías era cáncer. Quizá hayas tenido la suerte de llegar a tiempo...o quizá sea tarde para tomar las posibles soluciones.

Y me diréis: "Es que ¡vaya ejemplos! Yo creo que te has pasado un poco ¿no?" Un amigo me dice que es que soy un poco "hardcore", la "coacher hardcore" me llamó, y podéis tomarlo así si queréis y sobre todo si sirve para que alguien más reaccione.

Seguramente muchos profes de secundaria habrán visto los problemas de los niños de Altas Capacidades en el instituto, algunos quizá no han querido verlos pero otros me lo han dicho directamente, incluso hubo alguno que me decía que los padres no deberíamos estar solos en esta lucha y que no la dejáramos ( a ellos les pediría ayuda porque esto es muy cansado solo para los padres que tienen que batallar como pueden con sus hijos, con el sistema, con los profes, con otros padres, con la familia....) y una posible, yo pienso que la mejor manera de ayudar a esos niños es sabiendo desde lo más pronto posible qué les pasa y qué necesitan. Quizá no necesiten más, simplemente que estemos atentos, que les ayudemos a creer en ellos, pero no es lo mismo "obligar" a estudiar a un niño que no quiere hacerlo o no puede porque necesita más horas que hacerlo con uno que lo aprende al vuelo pero no sabe estudiar cuando lo necesita (TODOS ACABAN NECESITANDO ESTUDIAR, INCLUIDOS LOS SUPERDOTADOS) Lo pongo entre paréntesis y en mayúsculas, sé que es poco lógico pero sé que a muchos les costará creerlo y parece que habré acabado de descubrir la pólvora, en fin...

Con todo esto ¿qué hay de malo por querer saber qué pasa con nuestros niños? Al fin y al cabo, según las estadísticas más altas, sólo serían un 15% ¿Qué hay de malo en querer estar preparado antes de que los problemas puedan llegar o ser más graves?

No se trata de poner etiquetas como tantos dicen, se trata de poner un nombre a una diferencia que está ahí, guste o no, asuste o no, una diferencia que quizá no entienda esa persona que habla de etiquetar. Nadie duda en etiquetar de superdotado a un niño que destaca exageradamente en algún aspecto y la palabra tabú "superdotado" sale automáticamente y sin problema de las bocas de todo el mundo y eso, eso es en realidad la etiqueta ¿sabes por qué? Porque precisamente los superdotados no son solamente esos niños y niñas y, tooooooooodos los demás que existen, que se ocultan, que se esconden y disimulan porque sufren y no son como esos que todo el mundo llama "superdotados" no pueden ser etiquetados así por lo que puedan decir los demás. Eso no ayuda a nadie. Nadie tiene que ocultar sus capacidades, su personalidad, sus defectos ni sus virtudes y con ese comentario, ya estamos diciendo a esa madre que se avergüence y oculte la realidad de su hijo o hija.

Por eso yo me quedo con la parte positiva de las etiquetas, que sirven para "Iniciar un adecuado tratamiento en apoyo al niño, para dar la atención y soporte necesario y para evitar riesgos" y me tomaría la parte negativa como una alerta a evitar porque cuando los niños se están formando necesitan creer en ellos....que luego ya veis lo que pasa con los adultos.




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