domingo, 18 de enero de 2015

Hoy hablaré de mi

Imagen tomada de internet
Hoy hablaré de mi sí. Quizá muchos no entiendan por qué pero la mayoría de los padres se sienten en alguna ocasión y de alguna manera reflejados en sus hijos.
No se trata, o no debería de tratarse de que ellos cumpliesen los objetivos que nosotros no conseguimos ver realizados, no voy por ese lado. Ellos son nuestros hijos, pero son personas diferentes aunque parecidas a nosotros, pero es evidente que tienen sus propias ideas y sus propios sueños o deseos que ni siquiera tienen por qué parecerse a los nuestros aunque el entorno pueda influir. De hecho, ¿cuántos de nosotros pensamos igual que nuestros padres o deseamos exactamente lo mismo que ellos en cualquier ámbito de nuestras vidas?

Pero hoy voy a reflexionar sobre mí (llevo días pensándolo) y en como pienso que el sistema educativo que yo viví, además de mis circunstancias familiares, han influido en mi manera de ser, sentir, pensar o vivir. Lo primero una vez más es recordar que yo no he sido identificada como superdotada ni altas capacidades "oficialmente" y, aunque hay personas que piensan que puede ser, e incluso yo misma me doy cuenta de que cumplo muchas de las "características", sobre todo la hipersensibilidad esa, no he hecho ninguna prueba así que vamos a pensar que soy "normal" para respetar también el trabajo de los profesionales.
Con esto quiero decir que lo que voy a contar no significa que les pase a niños o adultos superdotados pero al haberlo sentido así muchas veces pienso que es lo que les puede ocurrir a mis hijos por ejemplo, es decir, me ayuda a entenderlos pensando que puede ser que se sientan así pero como es normal no siempre será de este modo.

Siempre me han dicho, una y mil veces, que tengo la autoestima por los suelos, que debo quererme más. A veces lo intento y yo misma me doy el subidón: "Venga chica, es cierto, tú lo vales ¿no lo ves? Tienes un montón de cosas buenas", pero tampoco quiero pensarlo mucho, sinceramente creo que no me termino de convencer yyyyyyyyyyyy, además, me educaron así. Seguro que a vosotros, o a muchos de vosotros también: "No está bien presumir", "Bueno, es normalita, como los demás", "Eso no se dice"...y es que además yo creo que también lo digo aunque sea de otra manera: "Siempre va a haber alguien que sepa más que tú", "No te lo creas ni dejes de aprender porque entonces..." No supieron enseñarnos la diferencia entre "presumir" y ser consciente de las cosas buenas que podamos tener. Parece que está mal y es injusto reconocer nuestras virtudes. Debo corregir esto en la educación de mis hijos así que intento al menos añadirles siempre que crean en sí mismos y que si lo intentan podrán.
Tengo una amiga que se dedica al coaching, ella trata de ayudar a la gente a ser feliz, a estar bien consigo misma. Creo que tiene que ser estupendo ver cómo la gente se da cuenta de todo lo bueno que tiene y que no es capaz de ver, y además, no sentirse culpable por ello. Espero que no le parezca mal pero quiero contaros la propuesta que me hizo. Tengo que hacer una lista con 100 cosas que me gustan de mi ¡100!!!! 
Le dije: "Eso es imposible, ni siquiera sé tantos adjetivos"  Me recordó algunos de esos vídeos que seguro habéis visto por internet en los que preguntan a las mujeres que es lo que menos te gusta de ti y ahí sí que sacaríamos cien cosas o más, pero cuando intentamos buscar algo bueno nos quedamos calladas. De repente alguien te dice algo bueno sobre ti con lo que estás de acuerdo y te sorprendes, piensas que igual es cierto, pero te lo ha dicho alguien, es un halago, y al menos se deberían dar las gracias peeeeeeeero, en mi caso te enseñaban más a decir: "Gracias, pero no es para tanto." 

En el cole fui de esas alumnas a las que las maestras llamaban aparte para decirme esto tan repetido a los niños de Altas Capacidades: "Tú puedes sacar mejores notas" (sacaba notables pero decían que yo era de sobresalientes, a mi me entraba por un oído y me salía por otro porque me tiraba las tardes enteras haciendo deberes y que encima me dijeran eso me fastidiaba y pensaba para mi misma que era de notables y que algún día se enterarían) En una ocasión para hacerme la media del curso mi tutora por aquel entonces me dijo: "Tienes igual número de notables que de bienes, pero cómo sé que puedes hacerlo mejor te voy a dejar la media en bien para que te esfuerces más el próximo curso" Soy de enfadarme por dentro y simplemente me pareció injusto y jamás me esforcé más por aquello. Lo único por lo que yo me esforzaba era porque ni en sueños quería suspender y tener que repetir, aquello me daba pánico, lo que yo quería era acabaaaaaaaar de estudiar, y porque me moría de vergüenza si me preguntaban y no "acertaba" porque eso a mi no se me permitía.
Cuando fui creciendo, ya en el instituto, a veces había clases interesantes en las que se debatía algún tema. A mi me gustaba escuchar y en la mayoría de las ocasiones estaba de acuerdo con parte de los dos puntos de vista. A veces se me acusa de estar de acuerdo con todo el mundo pero es que inevitablemente, quizá por esa famosa empatía de la que os he hablado más veces, entiendo las razones de unos y otros y creo que son opiniones validas aunque yo esté de acuerdo en parte o en todo. Total, que no solía dar mi opinión hasta que pasado el debate nos la pedían por escrito a todos. Entonces nuevamente los profesores me llamaban para preguntarme por qué no comentaba lo que pensaba en los debates con todo lo que tenía que decir. A mi me parecía absurdo tener que "repetir" aquello con lo que estaba de acuerdo y que había dicho fulanito y también la respuesta que le había dado menganita...

Tuve un profesor de religión que no era de esos que "imponen" la religión y son las cosas así sí o sí. No creo que debiera imponerse nada, más bien mostrar las cosas, explicar el por qué y cada uno decidir después. Ese profesor nos hablaba del resto de religiones, nos explicó lo que creía cada uno y en qué se basaban las demás. A mi me gustaba que nos lo explicara porque siempre me había preguntado por qué a mi me habían enseñado el cristianismo y también por qué había personas que cambiaban de religión si nunca nos dejaban "conocer" las otras. Sentía curiosidad por muchas cosas y cuando conseguía una respuesta que me convenciera se terminaba y ya no necesitaba aprender más de aquello. Un día le dije: "Entonces con lo que nos estás contando todas las religiones creen en un Dios (menos las que creen en varios pero que si los juntamos es lo mismo) y todas tienen un, llamesmole "representante" que "transmitió" las creencias de esa religión pero al final todas buscan que seamos buenas personas aunque cada una por caminos un poco diferentes ¿no? Entonces no importa que religión sigamos mientras seamos buenas personas que sería lo justo y lo mejor para el mundo, para que todo fuese bien ¿verdad?" Él era cura, lo digo porque seguro que algunos pensareis que no, pero me dijo que sí, que "ni más ni menos". Así que todo es respetable cuando se busca el bien y el respeto a los demás (quizá no es el mejor momento para hablar de este tema pero espero que lo leáis en sentido general y pensando cómo podía sentirme yo con 15 o 16 años)

También tuve profes que iban a "pasar" el rato, hablaban de sus vacaciones, de su familia, de otro tema diferente y no explicaban su materia con lo que suspensos para todo el mundo (¡y luego encima preguntaba por qué! grrrrrr) Aprendí a estudiar para aprobar, y el gusto por aprender creo que sólo me lo proporcionó un único profesor, uno sólo de..........ufffffffffff ¿cuántos habré tenido??? Sí, también los tuve buenos, no quiero decir que todos mis maestros fueran malos, los tuve buenísimos, pero aquel profe era especial, único. Siempre pensé que si él me hubiera dado clases de historia ahora lo sabría absolutamente todo pero ¡qué rollísimo la historia! El primer examen que suspendí fue de historia, la profe me lo enseñó a escondidas, creo que ni ella se lo esperaba (yo, la que era de sobresalientes había suspendido un examen, eso no podía ser. Seguro que había tenido algún problema o no había entendido algo). Después la iba aprobando siempre pero era superior a mis fuerzas, era un auténtico suplicio repetir mil veces la prehistoria, cuando vinieron los romanos y poco más y, cuando parecía que por fin íbamos a llegar a la historia moderna, a la edad contemporánea porque el temario avanzaba bien...no sé como siempre conseguían que llegase el final de curso antes de empezar, era mejor repasar lo dado. Yo me preguntaba cosas que oía a los mayores, pero de eso nadie nos hablaba. Ahora dicen que no podían hablarnos de "¿política?" ¿La historia es política? Está claro que sigo siendo una ignorante y, cada día más porque ahora lo que ocurre es que "no creo" muchas cosas, y lo peor, es que no las cree quien debería creerlas y llevarlas a cabo.
Hubo un tiempo en que a mi hijo le empezó a interesar la historia de Hitler y todo lo de la 2ª guerra mundial. Al principio me preguntaba con precaución y yo casi no le daba importancia. Después empecé a preocuparme hasta que hablé con él y le pregunté por qué le interesaba tanto. Sus preguntas eran del estilo de aquellas mías sobre la religión, necesitaba entender como una sola persona había podido conseguir movilizar a tantas de aquella forma. Fue mi hijo el que me contó que Hitler se suicidó y tantas otras cosas. Después he descubierto que hay más niños que se preguntan esto, pero en las escuelas no se cuenta porque supuso montones de muertes injustas, pero al no contar las cosas pueden descubrir otras verdades por otros sitios y quizá no sea la mejor manera de aprender (lo mismo que nos preocupa el sexo del que incluso hay libros para explicarlo).

Lo único que me "enseñaron" una vez de política fue que los de izquierdas eran los trabajadores y los de derechas la gente rica, con lo que, cómo en mi casa eran todos trabajadores yo decidí que era de izquierdas y no me entraba en la cabeza cuando alguno de mis familiares, siendo un pobre currante, era de derechas.
Con esa educación y lo vivido....mejor que me hubieran enseñado y explicado más y mejor historia. (Ahora creo que soy "apolítica" si es que existe ese termino)

Creo que todos y todas las estudiantes por aquel entonces nos preguntábamos para qué servía todo aquello que nos obligaban a aprender de memoria, así que entiendo que ahora se hagan las mismas preguntas, lo que no entiendo es que sigamos así tantos años después.

Recuerdo la angustia que teníamos otra amiga y yo al terminar COU (el curso antes de empezar la Universidad para los que no sois de España) y preparar la selectividad (el examen de acceso) ¿Qué sería de nuestra vida? Si no aprobábamos aquello no sabíamos hacer nada. Ahí fue cuando pensábamos: "Si hubiéramos hecho FP (Formación Profesional) al menos habríamos aprendido un oficio y podríamos dedicarnos a algo, pero así no sabemos NADA". Un curso entero de "hincar los codos" (estudiar muchísimo) y dos días enteros de exámenes, mañana y tarde. Incluso comíamos en la universidad para que nos diera tiempo. Nervios, demasiados nervios y ¿para qué? En mi caso para que cuando entré en Magisterio me encontré con que allí iban los que no habían hecho selectividad, los que la habían suspendido, los que no habían conseguido suficiente nota....No hacía más que preguntarme para qué había servido tanto esfuerzo innecesario.

Todo este rollísimo que he soltado hoy ¿para qué? Para intentar ver mediante la reflexión cómo puede afectar el "ser de los buenos". Para terminar frustrado, decepcionado, con baja autoestima, con demasiada empatía por aprendizaje (ese sí fue bueno ya ves), pero con poca ecpatía, con pocas ganas, con poca creencia en uno mismo...porque el que no vale puede, pero el que vale como debe, al final ni vale ni puede.


Por cierto, de la lista que me pidió mi amiga para intentar aprender a ver lo bueno de mi tengo 20 cosillas creo, si a alguien se le ocurre algún adjetivo igual me puede servir.


4 comentarios:

  1. venga.....a por los 100...y si hace falta los 200. eres un huracan de colores, alla donde vas, siempre con la sonrisa puesta, siempre dispuesta a ayudar, a escuchar. ademas eres una artistaza, siempre con canciones, bailes, teatros... siempre pendiente de tus peques, buscando alternativas.... chiquilla... mira a ver si te inventas tu los adjetivos, que yo estoy escasa de ideas.
    besos y animos

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    1. Maria, ¿tú sin ideas??? ¡No me lo creo!! Reconócelo es difícil, jajajaja. Pero gracias. Eso de "huracán de colores" me ha gustado ;)
      Un besote y un abrazo

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  2. A ver, vamos a ayudarte:
    - valiente
    - arremangada (de mi abuelita leonesa)
    - lúcida
    - creativa
    - sabes ver el vaso medio lleno (optimista cuando quieres)
    - realista
    - bonita
    - afán por mejorar y aprender para ti y todo tu entorno
    - generosa (por compartir tus inquietudes)
    - trabajadora
    Y eso que no te conozco personalmente!!!
    Gracias por escribir este blog.
    Probablemente mis niños no sean de altas capacidades, pero tus palabras para mí son una inspiración para tratar de ser partera de lo mejor que ellos llevan dentro.
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. ¿Abuelita leonesa Paz? Ya sé qué nos une,jejeje.
      Lo de optimista cuando quiero no ha estado mal, unas veces cuesta más que otras ;)
      ¡Cuántas cosas bonitas y qué bien me vendrá leerlas alguna vez cuando me trato un poco peor!
      Muchas gracias por tus palabras y porque creo que entiendes mi postura con lo que dices, no importa si son de altas capacidades o de "bajas", cada madre desea e intenta lo mejor por sus hijos. También las de los "normales".
      Un abrazo Paz

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