martes, 29 de abril de 2014

Entrevista a una adolescente que busca respuestas

A través del blog y cómo sabéis he tenido la suerte de conocer a muchas personas impresionantes e interesantes, algunas de las cuales además os he ido presentando.
La entrevista de hoy es muuuuuuuy especial. Los que me leéis a menudo quizá recordaréis los comentarios de mi "lectoracompulsiva", una jovencita de 14 años que además nos presentó el proyecto de sus amigos: Minding Minds.
Después de un tiempo enviándonos mensajes nos vamos conociendo un poquito y le pedí si le importaría ser la protagonista de una de mis entrevistas o incluso escribir lo que le apeteciese sobre las altas capacidades para compartirlo y que más personas pudieran conocer lo que viven estos adolescentes de primera mano.

Cuando comenzó a escribirme y con los consejos de algún amigo de Altas Capacidades que tenía estaba empezando a darse cuenta de qué era lo que le ocurría realmente, de cual podía ser el origen de las diferencias que sentía. A día de hoy, con la ayuda de sus padres y profesores, parece que empieza a "conocerse" mejor a sí misma, pero hasta este momento ha estado viviendo su diferencia sin entenderlo muy bien.
Quise que expresara su sentir de la manera más clara posible para que todos entendieran y estas son las preguntas que le formulé y sus respuestas:


                           ENTREVISTA A UNA ADOLESCENTE AMANTE DE LA MÚSICA

lectoracompulsiva
Lo primero que me gustaría es que eligieras una imagen que te defina o te guste y me expliques por qué (como del resto de entrevistadas añado una foto, me gustaría poner algo que te identifique pero que preserve tu intimidad y anonimato, es que sino al compartirlo sale siempre mi imagen y ya me aburre ;) )

Así que ella me envío esta preciosa imagen porque:
"me ha costado encontrar una foto, porque yo me suelo identificar más con música y canciones que no con fotografías... Así que simplemente he escogido una imagen que me gusta, creo que es obvio el por qué. Porque sin la música el mundo sería un error, porque tiene un poder maravilloso, porque llega donde no llega nada ni nadie más, porque nos hace sentir cosas increíbles... En fin, que la música es el sentido de mi vida."

Y para presentarse manteniendo su anonimato, pues es muy jovencita y merece todo el respeto del mundo, me dice: 

"Tengo 14 años recién cumplidos (o al menos eso pone en mi DNI). Ni siquiera sé si estoy en la adolescencia o en la pre-adolescencia :S Es muy confuso, soy una chica de 16-17 años atrapada en un cuerpo de una chica de 14. Supongo que me tendré que acostumbrar, porque me ha estado pasando desde que nací :D "


- ¿Cómo y cuándo empezaste a sospechar que podrías ser superdotada? ¿Qué te hizo pensarlo, te sentías diferente? ¿Qué diferencias notabas con respecto a los demás?

En realidad me siento diferente desde que tengo consciencia, pero antes lo veía de otro modo. Siempre era la primera de la clase, la que sacaba mejores notas, era el ejemplo a seguir. Las clases me resultaban fáciles, los conceptos de rápido entendimiento. Y pensaba que todos eran así, o deberían serlo. Por aquel entonces, la normal era yo, los otros eran los raros por no escribir a los 3 años, por no leer fluidamente, por necesitar toda una hora para entender lo que nos explicaban, por no entender lo que para mí era obvio. Ellos eran los raros; y eso que yo era una y los otros eran veinticuatro. Me pasé varios años así, hasta que empecé a notar la diferencia.
Apareció la típica etiqueta de "empollona". Notaba que tenía pocas amigas, que no podía ser "popular" por ser lista, que algunas personas me rechazaban. Que no era normal hacer ecuaciones a los nueve años, que era raro leer hasta la saciedad. Que la bibliotecaria me miraba de forma extraña cuando cogía libros de la biblioteca (eso era porque cogía libros de un nivel bastante superior al mío), que cuando alzaba la mano para responder algo los profesores me hacían callar. Que mucha gente me preguntaba con cara de fascinación "¿eres superdotada?", probablemente sin saber lo que significa; por aquel entonces ni siquiera yo sabía qué significaba ser superdotado.

- ¿Crees que te ayudaría confirmar tus sospechas? ¿Piensas que, de confirmarse, hubiera sido mejor haberlo sabido antes?

Ni siquiera sé si quiero saber el resultado. Creo que tengo miedo, no sé si de serlo o de no serlo. En ambos casos, creo que me tranquilizaría saber la verdad.¿Haberlo sabido antes? Puede que hubiera influido, aunque prefiero haber vivido mi infancia ajena a todo esto. Pero me habría gustado saber por qué me sentía tan diferente a los demás; es una cosa que ni siquiera hoy en día entiendo completamente.

- ¿Te sientes apoyada por tus padres? ¿Qué piensan ellos de todo esto? ¿También sospechaban que podrías tener altas capacidades o crees que nunca se les pasó por la cabeza?

Completamente. Si no me apoyaran ellos, ¿quién me debería apoyar?
Todo empezó hace dos años, cuando conocí a un amigo que me hizo entender que toda esa "anormalidad" en mí se debía a las Altas Capacidades. Entonces me lo guardé para mí; ¿qué debía decirles a mis padres? "¿Mamá, papá, creo que soy superdotada y quiero hacer algo al respecto?". No, no podía. Justo un año antes de eso había empezado a desmotivarme ligeramente, así que aproveché y poco a poco les iba contando a mis padres que me aburría en clase, que no quería ir al instituto y, por otro lado, les contaba que mi amigo me decía que era superdotada y que fuera al psicólogo porque si no acabaría mal. Esperaba que encontraran una relación entre las dos cosas que les contaba paralelamente, y, después de mucho tiempo, lo hicieron. Me contaron que ya lo veían a venir, pues cuando yo tenía 3 años una psicopedagoga les dijo que yo "no era normal" y a los 5 años la escuela me quiso avanzar de curso, a lo que ellos respondieron negativamente; querían que tuviera una infancia y les daba miedo que avanzando cursos no la tuviera. Así que supongo que no se sorprendieron demasiado.

- ¿Y los maestros o profesores? ¿Sientes que te apoyan o al menos entienden?

Hay de todo. Desde que empecé el instituto hasta hace un mes pensaba que no, que simplemente no les importaba. Me sentaron al fondo de la clase, en una esquina, durante todo el curso. Y ahí me quedé, como si no existiera, haciendo dibujitos en los apuntes y sin prestar atención, aunque algunos profesores querían que participara en clase. Aunque tengo que decir que, cuando tenía alguna pregunta, aunque eso se explicara en bachillerato, me lo explicaban, y siguen haciéndolo.
Hasta que mis padres fueron a hablar con el instituto. Allí noté una gran diferencia. La profesora de matemáticas me hace más caso de lo normal; descubrió que yo en clase me ponía a hacer derivadas e integrales y, en vez de regañarme, me apuntó algunas webs donde podría practicar y hasta me dio libros de bachillerato. La profesora de literatura, al verme leyendo Hemingway, me apuntó varios libros que, según ella, "aunque por tu edad no podrías leerlos, los entenderás y te van a gustar". En resumen, ahora me siento mucho más apoyada por ellos.

- ¿Cómo te gustaría que fuese la escuela (o el instituto)? ¿Cómo sería para ti la escuela ideal?

¿Mi escuela ideal? Simplemente, un sitio donde se tuvieran en cuenta las necesidades de TODOS los alumnos. Donde en vez de matar la creatividad, la potenciaran; donde uno pudiera desarrollar todo su potencial; donde los maestros tuvieran ganas de dar clase; donde no se clasificara a los alumnos por edad, sino por capacidad. Donde se aceptaran las distintas formas de pensar y no se denegara ninguna en absoluto.
Un sitio con un sistema educativo completamente distinto al actual.

 - ¿Crees que cambiaría la manera en que te tratan los demás si supieran que tienes altas capacidades? ¿Piensas que sería para mejor o para peor?

Supongo que seguiría igual, si bien cambiaría un poco. De hecho, en el instituto no hay semana en la que alguien no me pregunte "¿eres superdotada?"; a lo que yo respondo negativamente. Aunque, de todos modos, no se creen esa respuesta negativa, sino que dicen "ya, claro". Así que supongo que si les respondiera "sí" no se sorprenderían demasiado, aunque me creerían más rara aún. Todos me toman por superdotada sin saber nada, cosa que me enoja un poco, pues no es agradable oír que alguien te llama por los pasillos gritando "¡eh, superdotada!" aunque le hayas dicho mil veces que no lo eres.

Hablemos del esfuerzo, siempre se dice que los superdotados no tienen que esforzarse ¿Tú crees que tienes que esforzarte para estudiar o te cuesta más adaptarte a la manera de trabajar en la escuela, es decir, a responder tal y como se pide? ¿ O son más difíciles que todo esto las relaciones personales y sociales con compañeros y adultos?

Eso me lleva carcomiendo por dentro desde hace siglos. Esa frase: "ay, es que tu no haces nada y sacas notas buenísimas". ¿CÓMO? Por supuesto que hago algo, ¡pero de manera distinta a los demás!
Pero el problema no es estudiar. Los exámenes son un gran problema. Tengo que hacer un esfuerzo para responder tal y como se pide, sobre todo en los problemas matemáticos, donde se pueden resolver de mil maneras y el profesor sólo acepta una de ellas. Más de una vez he sacado menos nota por haber solucionado los problemas de matemáticas de otra manera, aunque llegando a la respuesta correcta.
Hace ya bastante, en un examen había un problema que decía "María tiene el triple de años que su hermano, y juntos suman 24. ¿Cuántos años tienen María y su hermano?" Al instante "vi" que María tenía 18 años y su hermano 6, pero me frustré porque no sabía cómo sabía eso. Hice unos mil intentos de escribir una ecuación que concordara con los resultados, pero no pude. Escribí la respuesta y dejé el apartado de "resolución" en blanco. Al día siguiente, la profesora me llamó y me preguntó si había copiado, pues era imposible que supiera la respuesta sin haber hecho nada. Ofendida, lo negué y le dije que sabía la respuesta pero no sabía cómo había llegado a esa conclusión. No me creyó. 
En lo que respecta a las relaciones personales, es bastante extraño, y me resulta más difícil que cualquier otra cosa. Me considero un poco antisocial, pues para la mayoría soy "rarita", y se ve que ser así es malo, pero no voy a cambiar por ellos. Mis compañeros son, para mí, realmente inmaduros, pero bueno, supongo que aquí la extraña soy yo. Así que me limito a ir al instituto a intentar aprender algo y a relacionarme con la única persona que no me toma por rarita.
En cambio, las relaciones con adultos me resultan mucho más agradables, ya sea por la madurez, la conversación o los intereses, aunque sigo sintiéndome "diferente". De hecho, con los únicos con los que me siento completamente normal son los superdotados. La forma de ser, de pensar, la sensibilidad... me resulta mucho más fácil relacionarme con ellos.


Cómo su "falso" nombre indica es una lectoracompulsiva y al tiempo una futura buena escritora así que escribió una redacción para su instituto sobre Altas Capacidades que la profesora no le había devuelto todavía (cosa que sí había ocurrido con las de sus compañeros) pero supongo que después de leerla pensareis como yo ¡normal!



ALTAS CAPACIDADES , BAJOS RECURSOS



Es evidente que, cuando a una persona le cuesta aprender, la ayuden, la pongan en un grupo de refuerzo, la estimulen ... ¿Pero has pensado alguna vez lo que ocurre con los niños que tienen una facilidad inusual para aprender? ¿Quién no quisiera entenderlo todo con tal facilidad hasta llegar al punto de sacar un diez sin estudiar y tener tiempo para aburrirse en clase? Dicho así, la vida de un niño con AACC parece genial y muy fácil, pero, si lo analizamos, veremos que ser así es de todo menos sencillo, y menos si el Sistema Educativo no cambia .


 Principalmente, lo que se hace en las escuelas no es aprender. No miden la inteligencia; miden la memoria. Si un alumno se puede pasar el curso sin hacer nada ni escuchar en clase y después puede sacar un sobresaliente en un examen porque ha estudiado a toda prisa, es que algo falla. En los centros generalmente no se tienen en cuenta la creatividad, la imaginación ni las maneras distintas de pensar; lo que se hace es establecer un sistema en el que todos, clasificados simplemente por edad sin tener absolutamente nada más en cuenta, aprendan lo mismo, en el mismo sitio, al mismo tiempo. Da igual si tienen más o menos capacidad. Si tienen dificultades para seguir el ritmo de este sistema, hay dos posibilidades: o piensan que son un fracaso y no hay nada que hacer, o bien los ponen en un grupo de refuerzo , en el cual el ritmo se adecua a las capacidades del alumno. En cambio, si tienen una inusual facilidad para "aprender " lo que ha propuesto el mismo sistema, simplemente piensan " oh, qué bien, que siga como ha hecho hasta ahora" y esperan que vaya hacia adelante solo.



Pero esto suele ser difícil . El niño con altas capacidades tiene una curiosidad innata por aprender todo, para saber más. Entonces, pregúntate una cosa: ¿qué le pasa a un niño con esta capacidad cuando se encuentra con un sistema que le obliga a hacer todo lo contrario a su naturaleza? No puede desarrollar la creatividad, aprender, crear, imaginar... Simplemente tiene que copiar de la pizarra, saberse de memoria cosas que a la larga no recordará, y con ello puede llegar a terminar los estudios, incluso con buena nota. Sin aprender; sino memorizando . Y esta manera tan rematadamente creativa, original y efectiva de "aprender" lleva al niño a frustrarse.


 Por ello, párate a pensar: ¿es justo que una persona con dificultades para aprender reciba ayuda inmediata por parte del Sistema y, en cambio, un niño con AACC deba adaptarse a la clase normal y no se le preste ninguna tipo de ayuda a menos que sea solicitada? ¿Es justo que la Sanidad Pública se niegue a hacer unas pruebas psicotécnicas a un niño que cree que es superdotado, pero en cambio le hagan gratuitamente a uno que cree que tiene dislexia o TDAH ? ¿Es justo que el Sistema no dude en repetir un curso a un alumno, pero sea casi imposible avanzar de curso ? Ciertamente , el comportamiento del Sistema Educativo en general, y concretamente hacia las personas con AACC, no es justificable . No necesitamos mejorar las escuelas. Debemos reinventarlas para adaptarlas a las necesidades de TODOS los estudiantes .



Creo que con todo lo dicho no es necesario mucho más. Solamente dar las gracias a esta "amante de la música" que ha confiado en mi y ha querido compartir su experiencia con todos nosotros. Gracias y mucha suerte encanto ;)



jueves, 10 de abril de 2014

La inteligencia es una maldición



"Tal vez tengamos que esperar a que las mentalidades evolucionen, a que la neurociencia avance aún más en sus prodigiosos conocimientos para que, por fin, los superdotados reciban la comprensión y ayuda que requieren a causa de su fragilidad específica."
(Jeanne Siaud-Facchin, ¿Demasiado inteligente para ser feliz?)



lunes, 7 de abril de 2014

Nunca está bien que alguien se ría de ti por algo que no escogiste




Creo que merece la pena que comparta con vosotros este vídeo en el que el actor y escritor Wil Wheaton responde a una niña que le pregunta si en la escuela le llamaban nerd (es una manera despectiva de llamar a los superdotados en Estados Unidos, algo así como "empollón" en España, pero como digo de modo despectivo).

La respuesta no ha podido ser mejor:








domingo, 6 de abril de 2014

Cosas que me fascinan y al tiempo me desesperan

Pues sí, hay cosas que me fascinan y al tiempo me sacan de quicio, por ejemplo:
- La velocidad de la mente. Me fascina como pueden responder tan rápido a algunas cosas, como pueden ser capaces de preguntarme cómo se soluciona un problema y darme la solución al tiempo que acabaron de leerlo cuando yo ni siquiera he podido enterarme de lo que me decían.
Me fascina cuando juego por ejemplo al monopoly con ellos y (inevitablemente siempre termino con dolor de cabeza, por eso la foto con el ibuprofeno) me van diciendo casi cuando los dados están en el aire, a qué casilla tengo que ir, de quién es, cuánto tengo que pagar tanto si tiene casas, hoteles o nada o si es mía la calle...uffffff....yo no soy capaz de pensar a ese ritmo pero quiero que esperen que lo compruebe todo y acabo desesperada. Me pasa igual con mi marido y padre de las criaturas. Cuando juego con él a las cartas y te quedan las últimas en la mano, me dice las que me quedan e incluso como las iré tirando inevitablemente según tire él o yo, grrrrrrrrr ¡me desespera y al final termino tirándoselas todas en la mesa y diciéndole que juegue él solo!!
- La hipersensibilidad. Me fascina esa sensibilidad con las cosas, por ejemplo, como pueden verse afectados porque un guitarrista en un concierto de rock termine rompiendo su guitarra, y no tanto porque les gustaría más que se la diera para ellos o para cualquier niño que seguro no puede tenerla y ellos la rompen sin más, cuando podrían donarla o sortearla entre los asistentes al concierto, cosa que sería mucho mejor, sino que además, "¿No se dan cuenta que es de madera y para hacer otra necesitarán talar más árboles? ¡En unos años nos quedaremos sin bosques!!!"
Pero por otro lado, me desespera el cuidado que tengo que tener con cada palabra que pronuncio o cómo la digo para no herir esa extrema sensibilidad porque puedo derrumbar su mundo con la tontería más absurda.
- Las obsesiones. No sé si es tanto como fascinación, pero cuando los veo metidos completamente en algo que les interesa, hasta tal punto que a mi me parece obsesión, pero que son capaces de dedicarse a ello en cuerpo y alma me hace pensar que podrán conseguir lo que se propongan, veo que insistiendo aprenden, que en lo que les interesa se esfuerzan sin que les suponga un esfuerzo, pero por otro lado a mi me desespera porque no quiero que se "cieguen" solamente en ello. Ellos insisten en que también están a lo demás, a sus otras obligaciones, pero yo termino cansada solo de verles.
- El desorden. Seamos sinceros, esto no me fascina, me desquicia. Pero sé que tienen un orden dentro de su desorden y ahí es donde pueden encontrar sus cosas. (Eso nos pasa a muchos ¿verdad?)
- El perfeccionismo. Pero sólo con lo que les interesa. Les puede incluso paralizar por no conseguir realizar algo como ellos creen que debería (ya os conté en cierta ocasión como mi hijo mayor se negaba a dibujar porque "no sabía"). Un simple corte de pelo que no sea como a ellos les gustaría les puede provocar tal ataque de rabia que es increíble ¡menos mal qué poco a poco trabajamos el autocontrol y vemos que los tiempos de "rabieta" se van reduciendo!
- El sentido de la justicia ante lo que ven pero sin valorar siempre que el otro puede tener razón. Por ejemplo, si un profe les "riñe", sólo ven que ha sido a ellos, sin ser conscientes de que puede ser porque se preocupan por ellos o es por su bien. A veces en esto influye la manera de comunicarlo del maestro, algo que puede ser una tontería pero que a ellos les destroza nuevamente su mundo.
- La capacidad de hacer lo difícil sencillísimo y lo fácil imposible. Tener que explicar lo más fácil porque realmente no lo entienden, no comprender que pueda ser tan sencillo y simple, y sin embargo, comprender lo que para mí puede ser más complicado de entender a la primera. Me fascina ver como son capaces de dar una solución pero a veces es un poco complicado que sean conscientes de cómo han llegado a esa solución, quizá por estas cosas es por las que algunos creerán que aprenden por ciencia infusa, pero en realidad es que son capaces de conectar aprendizajes y comprender todo, de manera que lo interrelacionan llegando a esas soluciones pero les exige verdadero esfuerzo ir explicando o buscando mentalmente los pasos que ha tenido que realizar inconscientemente (de ahí la dificultad) para llegar a esas soluciones.
Todas estas contradicciones acompañan cada día y muchas veces me hacen entender que los maestros no puedan comprenderlo porque es algo que nos cuesta aprender a los que convivimos cada día con ellos y mucho más llegar a ser conscientes de esto y, ya no te digo, tener que explicarlo en ocasiones en las que puede ser que ni siquiera quieran escucharte.



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