sábado, 23 de marzo de 2013

Brújula para navegantes emocionales (Elsa Punset)


Hacía mucho que no recomendaba un libro y hoy os sugiero este:
Brújula para navegantes emocionales. Elsa Punset. Editorial Aguilar.

Nos recomendó su lectura la psicóloga que nos dio aquella charla en el cole y allá que me puse con él. El libro no está dirigido hacia las Altas Capacidades, sino a cualquiera, incluso aunque no seas padre o madre. Habla de la educación de las emociones, tan de moda últimamente. Pienso que inteligencia emocional debería aprenderla todo el mundo, no sólo las personas con alta capacidad porque ellas, debido a su intento continuo de adaptarse, seguramente nos superan a muchos.

Aparte de ayudarnos a conocernos, a darnos cuenta de todo lo que nos afecta inconscientemente, debido a lo que nos han enseñado desde niños, aún sin querer, también nos ayuda a entender un poco ciertas situaciones que seguro se nos han dado en alguna ocasión. Pero, hablando de hijos que sería lo que más tendría que ver con este blog nos dice cosas como esta que copio textualmente y que seguro motivará a much@s a su lectura:

"Sea cual sea el temperamento de las personas que nos rodean podemos estar seguros de que su necesidad emocional básica es el amor. Si tenemos hijos, esa necesidad es aún más perentoria, porque ellos necesitan la expresión constante y concreta de nuestro amor. Tal vez sea tentador atender en primer lugar otras necesidades, como las necesidades físicas: son más sencillas de reconocer y más fáciles de solucionar. Pero no tienen ni mucho menos el mismo potencial para transformar la vida de quienes nos rodean.
Pocos niños se sienten incondicionalmente amados. Sin embargo, la mayoría de los padres quieren a sus hijos sinceramente. La contradicción aparente estriba en el hecho de que los hijos no creen de forma automática que les amamos, aunque necesitan estar seguros de ello por encima de todo, porque nuestro amor les da la seguridad que necesitan para aprender a amarse a sí mismos, y más adelante, a los demás.
Un niño amado, seguro del amor incondicional de sus padres, aprenderá a amar de manera incondicional."

"Los hijos llegan a demandar una atención agotadora a los padres: a veces parece que nada es suficiente y muchos padres se preguntan dónde deben poner los límites para asegurar su propio bienestar. Educar requiere una entrega física y emocional agotadora y los padres también necesitan prestar atención a su salud física y emocional."


También habla de como aprender a manejar nuestra ira, de como convertirla en "ira constructiva". Hasta ahora hemos aprendido a "reprimirla" (normalmente)  pero todo el mundo "estalla" cuando no puede más. Pues en el libro nos da algunas ideas de que enfocarla de otra manera para que no sólo sea una forma de enfrentarse unos a otros.
Me llamó la atención la "teoría del vecino" o algo así en la que nos ayuda a aprender a "controlarnos" en casa imaginándonos que tenemos un vecino o invitado en casa ¿Cómo te comportarías si ese alguien estuviera en casa? Y nos pone el ejemplo de una familia en la que el matrimonio empieza a discutir cuando el vecino llama a la puerta, entonces la discusión se detiene y atienden con toda la educación posible al vecino; una vez que se va, todos se han tranquilizado y las cosas pasan a estar más calmadas, pues bien, nos propone intentar pensar algo así cuando las cosas "se ponen feas", para controlar nuestra ira del momento...bueno, mejor sería que os decidáis a leerlo porque creo que os gustará.

Y de todo el libro, creo que algo de lo que más me ha gustado ha sido la frase de Rachel Carson:


2 comentarios:

  1. Jopé, Estelita. Hoy mismo, sin haber salido de casa para le trabajo (y es apenas una hora entre que me ducho y viene la cuidadora) he pegado un par chillidos a mis peques (año y medio la nena y tres años el niño). Se despertaron hoy pronto y el niño vino a verme al baño. Su padre cerró la puerta y los condujo al salón. Luego la niña quería entrar en mi habitación y no la dejé (porque había ropa por planchar encima de la cama y ya la había tirado al suelo desde el lugar donde suele estar la ropa), y el niño diciendo 'mamá, que la hermanita está llorando, déjala entrar' e intentando abrir la puerta. Pues chillido al canto y pie en la puerta intentando vestirme al mismo tiempo. Un 'chou', vamos.
    En esos momentos me siento fatal. Creo que este libro me vendrá bien, porque en estos primeros años (dime por favor, que luego es más fácil) hay que repetir taaaantas veces las cosas, que una pierde la poca paciencia que Dios me dio.
    Menos mal, que luego el niño me dice antes d eirme, 'mamá! un beso y un abrazo! (aunque ya le había dado los achuchones de despedida) te quiero mucho mamá'. Así que así me salí de casa, con mi beso y con mi abrazo.

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    1. Ufff, Paz, has descrito a la perfección mi "¿pasado?"....¡Cuántos gritos he dado!! y ¡Cuánta desesperación a veces!!! Como tú me he sentido mal y después me daba cuenta que no había sido para tanto y que me había pasado...a veces estamos tan estresadas con tantas otras cosas que las pagamos con ellos y, además, no sé que casualidad que siempre les "entran los mimos cuando peor nos sentimos nosotras", quizá es que ellos "detectan" que estamos "fuera de nosotras" y es su manera de intentar ayudar pero consiguen pagar lo que no deberían....todo esto lo veo así con el tiempo claro, porque ya te digo que "hasta el moño" estuve muchas veces...demasiado.
      Supongo que esto te servirá de consuelo, creo que la única madre que he conocido que no gritaba nunca fue la mía, y también me reñía por supuesto, pero ¡qué paciencia la de ella!!!
      Lo de repetir las cosas, uffffff....te digo que yo pensé en grabarme para ponerles la grabación las veces necesarias y hala. Incluso muchas veces les digo:
      "Me puedes decir por favor cuántas veces tengo que repetírtelo....sólo para hacerlo ahora todas seguidas hombre" y ¿sabes qué???? FUNCIONA ;) Te lo digo por si te sirve alguna vez, aunque ahora son muy pequeños...
      Todo pasará (pero mientras pasa es lo difícil) y sólo por esos besos y te quieros merece la pena seguir adelante... aprovéchate que después serás tú la que tengas que darlos :)
      En cuanto al libro, seguro que te gusta...ya me dirás.
      Gracias :)

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