lunes, 18 de febrero de 2013

Acercándonos a la Astronomía

El día 14 vivimos una estupenda "aventura". Las noticias sobre ese asteroide que iba a rozar casi nuestro planeta nos hizo volver a pensar en el firmamento y las estrellas. Así que, aprovechando el claro día y que en el instituto del mayor, al ser jueves, se nos ofrecía la posibilidad de ir a descubrir la luna y las estrellas a través del telescopio del observatorio, allá que nos fuimos padres y peque porque el mayor tenía música.
Para empezar allí nos recibió el ilustrísimo Galileo (un profesor de Filosofía que vestido de este personaje intenta motivar a los alumnos y llena de magia el momento). Cómo llegamos pronto y éramos muy pocos pudimos ver la luna increíblemente cerca, con sus cráteres, sus valles...¿sabíais que la luna tiene una especia de "magma" en su interior como la tierra? Pues ese fue mi primer descubrimiento en esa clase especial. Pero también otros muchos. (Esta imagen la tomé de internet para que os hagáis una idea de como se ve la luna a través de un telescopio si nunca lo habéis hecho)


Dicen que los niños pequeños, los de infantil, necesitan vivir las cosas para aprenderlas, pero yo creo que esto es siempre. Puedo decir que he aprendido más cosas de adulta que cuando estudiaba, porque por aquellos tiempos no era consciente de lo genial que es saber muchas cosas. Además, ahora aprendes sin presión, no hay examen después, aprendes lo que te gusta y, no pasa nada si después lo olvidas.

Pero sigo con el firmamento. De repente Galileo enfocó el telescopio hacia otro lado y nos hizo mirar para ver qué veíamos. ¿Era una estrella? ¿Tenía otras más pequeñas alrededor??? WOWWWWW, era Júpiter y 4 de sus lunas. Al peque le hizo repetir el nombre de una muy fácil para que no la olvidase pero al final nos quedamos con tres: EUROPA, CALIXTO y GANÍMEDES



Nos explicó que a veces se ve y a veces no, depende del momento porque la tierra gira ¿o es el firmamento el que gira? ¿o gira todo? También nos habló de los muchos estudios sobre esto y las múltiples explicaciones validas.

Pero no terminó aquí, nos señaló tres estrellas juntas, que resultaron ser el cinturón de Orión, la constelación del cazador sobre cuya leyenda nos habló y que resultó que mi hijo sabía :O
Sí, con la boca abierta nos quedamos todos. Su profe del año pasado se la había contado.




Además descubrimos la nebulosa de Orión, como una especie de nube de polvo estrellado. En fin, que fue una clase que se hizo corta, en la que ni siquiera notamos el frío que empezaba a hacer. El peque pudo ser él mismo, incluso me dijo que no se atrevía a preguntar algunas cosas (aunque yo creo que no me dejé ninguna :S) Pudo decir lo que sabía sin miedo, aprender con gusto, disfrutar de algo especial...no sé. A veces pienso que empiezo a admirar a mis hijos no ya como hijos, sino como personas.



2 comentarios:

  1. Es una gozada disfrutar tanto con una actividad.
    Pero me quedo con la última frase: A veces pienso que empiezo a admirar a mis hijos no ya como hijos, sino como personas.
    Eso a veces siento yo con mi peque, y sólo tiene tres años, es increíble verlo crecer y asimilar todo lo que está aprendiendo.

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    Respuestas
    1. La verdad que sí Paz. Y en cuanto a la última frase, es cierto también, sin ellos no sabría lo que sé y no vería las cosas como las veo :)

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