viernes, 11 de enero de 2013

El sentido del gusto



No voy a generalizar porque no puedo. Tengo dos peques superdotados en casa y los dos diferentes pero parecidos. Me explico (o lo intento).
Como ya os he dicho otras veces, a los dos les gusta hacer de "cocinillas", el mayor quiere aprender (aunque es un poco como yo, dice mi marido que tengo "Mucho arranque, pero mucha frenada", que siempre tengo ganas de hacer cosas pero luego las dejo todas a medias :S ) y el peque se apunta sobre todo cuando hay postres por medio...¡es normal!!! Siempre acaba sobrando algo dulce,jejejeje...
Con ellos he aprendido que la cocina puede ser divertida, además de que hemos desarrollado la imaginación y la creatividad con ella. Como os he contado otras veces, empezamos con recetas normales que aprendemos y luego les damos "nuestro" toque. A veces una simple tortilla francesa se convierte en un señor sonriente con gorra solo con un poquito de ketchup...si el puré no nos gusta demasiado, con unos trozos de lonchas de queso y unas gotas de ketchup se convierte en una superpizza...y ya no hablo de galletas, bizcochos, magdalenas con chocolate o tartas que se pueden adornar con fideos de colores :)

Pero ahora hablamos del "sentido del gusto" ¿qué pasa después????
Otro día os hablaré de las obsesiones en general, pero creo que aquí también se dan, así que vamos introduciéndonos en el tema. Por ejemplo, el peque ha tenido temporadas obsesionado con el chocolate...pues ya podías esconderlo, porque cada poco se iba al rincón donde se guarda y cuando íbamos a buscar un trocito ¡sorpresaaaa!!! ¿Dónde estaba el chocolate???? Eso sí, sabes que se terminó porque el envoltorio SÍ está en su lugar :S
Otra temporada era el queso. Suelo comprar de esos cuartos de queso, no sé si sabéis a los que me refiero. Bueno, pues esto era un poco más difícil porque alguien tenía que cortar las lonchas de queso pero ¿no puedo???? Por supuesto que sí, mi sorpresa en aquella ocasión fue encontrarme el triángulo de queso con un tremendo bocado en el medio :S
También pasamos la fase de las aceitunas, los plátanos, los yogures de beber....
Una vez superada la fase, o sea, que ya no queremos picar eso a todas horas, podemos pasarnos la vida sin probarlo más, tomarlo de vez en cuando o seguir disfrutándolo a la mínima pero sin tanta obsesión.

Lo del mayor es...diremos, más especial y desesperante. Hablamos de 12 años (casi 13) y uffffffffff....a veces me enfado y le digo que el día de mañana invente un restaurante especial para gente como él. Tiene un sentido del gusto super desarrollado. También le digo que podría servir para catador o cosas así (no sé si se lo diré bien, se lo propongo porque como tiene unas papilas tan selectivas)
Ejemplo: Si preparamos por ejemplo una carne guisada, con su cebolla, zanahoria, pimientos, tomates, ajos...todo bien picadito, finito, finito....¡No hay problema!! Mi señor hijo, una vez en el plato, será capaz de separar los ingredientes que no soporta escrupulosamente "porque los noto en la lengua mamáaaaaaa" y de casi no querer ni mirarlos. Le explicamos que sin ellos la comida no sabría igual y ha llegado alguna vez a decir que es verdad pero....
También le llama la atención los vegetarianos. Recuerdo que una vez sin más dijo que a partir de ese día quería ser vegetariano, reconozco que no me parece mal tampoco, pero como le dije: "Estás en edad de crecer y lo importante es estar bien alimentado, todo es necesario en su justa medida y, aunque sé que podrías serlo, yo no quiero que te falte ningún nutriente esencial y no sé como hacerlo de forma vegetariana, así que el día de mañana, cuando aprendas a estar bien alimentado solo con verduras, frutas y demás, me parecerá genial, pero ahora tendrás que seguir así porque yo no sé hacerlo de otra manera" y luego le añadí "además, ¿tú crees que podrías ser vegetariano sin comer cebolla, zanahorias, pimientos y todas esas cosas que apartas en el plato?" Se lo tomó bien, conoce mi humor, y es que no pude evitarlo ;P
Eso sí, el mayor y su obsesión con el ketchup no ha cesado. Si algún día se descubre una enfermedad causada por el ketchup, mi hijo será el primer paciente. Mi padre le llama "el americano", porque siempre quiere ketchup para todo (creo que sólo se han librado la sopa, la leche y los yogures), con decirte que el otro día el peque me contó que había probado el plátano untado con él :S
Los cereales también duran poco en mi casa, muchas veces le decimos: ¿Prefieres que pongamos la leche directamente en la caja mejor???

La diferencia (voy a decir entre comillas porque ahora que lo pienso) es que el pequeño se atreve con todo, no tiene problema en probar cosas nuevas, y decía lo de las comillas porque ahora que recuerdo al mayor le pasaba igual. Me acuerdo que una vez de chiquitín, un año y pico o dos, le dimos a probar morcilla de cebolla, para los que no la hayáis probado os diré que es algo con un sabor muy fuerte, y pensamos que pondría una super cara de esas graciosas que ponen los peques cuando comen cosas así....pues no oye, le encantó, así que la cara-poema fue la nuestra. Claro, no le dí más por si le hacía daño pero nos dejó sorprendidos. Hoy en día no la quiere ni ver (demasiada cebolla)

Así que creo, que podría decir que expliqué un poco eso de "diferentes pero parecidos" porque son obsesiones de distinto modo, o sea, o no podemos parar de comer algo, o no queremos ni verlo...pero eso sí, como siempre, llevado al extremo.

Feliz fin de semana a tod@s ;)




2 comentarios:

  1. Ja ja Pauline, mi peque también va para catador pero de otra manera, empieza todo, le da un mordisco y deja trozos de galletas por aquí, una manzana mordida por allá... A ver si va para superdotado ja ja. Bueno en serio que te dejo que voy a ponerlos a recoger residuos. Besitos creativos preciosa.

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    1. jajajajaja....bueno, nunca se sabe...a ver si te vas a reír y tienes un peque de altas capacidades en casa...o dos, al menos los tuyos por estimulación no será ;)

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